Capitulo 51 Cosas del destino

-Verás Dani, las fotos de las que te habló Romina son ciertas.

-Co.como?

-Es verdad que existen unas fotos bastante comprometedoras mias y de Raúl en una cafeteria.

-Me pusiste los cuernos?! -me levanto, cabreado.

-No!

-Entoces?!

-Él lo intentó, me intento besar varias veces pero yo le escapaba pero los paparazzis no lo entendieron así...

-No se que pensar... -me vuelvo a sentar en el sofá, empiezo a ver nublado, no me puedo mover, solo escucho gritos de Anna o de otra persona ya no distingo nada, no veo nada.

Me encuentro de pie en el centro de una habitación grande, todas las paredes son blancas, en una esquina hay una chica morena, con flequillo recto, bajita pero muy guapa, se acerca a mi, yo intento moverme pero no puedo, la chica está a mi lado, me agarra la mano y empezamos a ¿volar? Es lo que parece, me lleva hasta una habitacion de hospital en la que estoy tumbado, Anna está

-Que hago aí? No estaré... -me atrevo a preguntarle aunque ella me corta.

-No Dani, no estás muerto.

-Como sabes mi nombre?

-Se podria decir que soy un ángel...o una creacion de tu cerebro. Ese que está alli eres tu, acabas de sufrir una especie de mini-infarto.

-Entonces que hago aqui?

-Necesitas parar Dani, esta no es tu vida y lo sabes, el destino no quiere que estes con ella y este es el primer aviso.

La vista se me vuelve a nublar, aquel ángel que dice cosas de demonio se aleja cada vez más y más. Abro los ojos y alli la veo, agarrada a mi mano y llorando al otro lado de la habitación está Flo y en el pasillo puedo ver por la puerta que quedó medio abierta a Romina, Vali y Juanger.

-N.no llo.llores -me cuesta hablar, casi no tengo fuerzas.

-Dani? Dani estás bien?

-S.si...

-Que susto nos diste! -entra Romina en la habitación con un ramo de flores y contenta por verme hablar.

-Son cosas del destino...

-No me vuelvas a dar un susto así tonto... -Anna me viene a besar pero me giro de modo que sus labios caen en mi mejilla, miro a Romina que sonrie ante este gesto mio y yo inconscientemente le sonrio.

Hay mucha gente en la habitación pero yo sigo pensando lo que me dijo aquella chica, no puedo quitarmelo de la cabeza, porque el destino no quiere que Anna y yo estemos juntos? En realidad, yo quiero estar con ella?

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